NUESTRA APARENTE RENDICION

Todo comienza con hacer comunidad: Primer Seminario de la Retrocaravana Yaqui

Durante el mes de mayo varias caravanas se llevaron a cabo a lo largo y ancho del territorio nacional, más precisamente, fueron 3 caravanas que del 11 al 22 de mayo recorrieron, desde diferentes puntos del país, rutas distintas que convergieron en  el Zócalo de la Ciudad de México. Las rutas salieron de Vícam, en Sonora; Pijijiapan, Chiapas y Piedras Negras, Coahuila. Las tres Caravanas eran parte de un movimiento de base indígena, así como de sindicatos independientes, y tenía el propósito de comenzar un proceso de visibilización de los despojos que las políticas neoliberales han generado en el país, de allí el nombre tan abarcador: Caravana Nacional por la Defensa del Agua, el Territorio, el Trabajo y la Vida.

 

A su llegada a Xochimilco en una conferencia de prensa, las autoridades tradicionales yaquis afirmaron que han: “encontrado un país  devastado y teñido de sangre”. Después de haber visitado 75 comunidades, los caravaneros de los tres diferentes puntos coinciden en la necesidad imperante de abrogar las “reformas estructurales neoliberales” que ha impulsado el Pacto por México y también se percatan de que ha llegado el momento de juntar todas las luchas, de ir entrelazándolas e ir abrazando heridas. Por lo anterior fue que los caravaneros se propusieron hacer una retrocaravana que poco a poco, realizando seminarios y encuentros en las diferentes regiones del país, fuera tejiendo una red de luchas para que en un futuro todas estén unidas. Porque si algo aprendieron los caravaneros en 12 días en carretera, fue que separados son débiles pero unidos son más fuertes.

 

Si nuestras comunidades no se preservan, nada se puede salvar.

Salimos de Hermosillo temprano, muy temprano, con el amanecer a nuestro costado. Se había preparado un programa en el cual se tenían actividades en la mañana y en la tarde, en el que había una combinación de actos propuestos por las Autoridades Tradicionales de la tribu yaqui, así como otras de un carácter más académico. De acuerdo al programa las actividades debieron haber comenzado a las 9:00 de la mañana y de allí la necesidad de llegar antes de esa hora. Sin embargo, la hora yaqui, la manera de medir el tiempo y entender los eventos de este tipo por parte de los anfitriones, nos llevaron a modificar por completo la programación con medidas de tiempo occidentales.

 

Al llegar a Lomas de Guamuchil, el capitán Cesar Cota Tórtola nos recibió con los brazos abiertos y la tribu nos ofreció un delicioso desayuno en una ramada, un delicioso guavavaki, un tradicional cocido yoeme hecho al calor de las brazas. El desayuno sirvió para que quienes llegaran se pusieran al día de lo que han visto y han vivido en una amena conversación entre amigos y miembros de una comunidad. Dejando que el tiempo pasara con calma, como si estuviéramos en un tranquilo día de campo, la Autoridad se preparaba para sus rituales. Primero una misa en la Iglesia de Lomas de Guamuchil, que a diferencia de las misas convencionales, esta fue al modo yaqui, con oraciones en latin, yoreme y español, además de los canticos de las cantoras que siempre acompañaron al párroco. Al final de la misa la tropa y autoridades civiles y militares yaquis juraron aprovechar el seminario, así como comportarse a la altura. De la misa siguió la bienvenida de la guardia tradicional yaqui, y como ya era la una de la tarde, nos invitaron una rica barbacoa en la misma ramada donde previamente habíamos desayunado.

 

En la bienvenida de la guardia comunitaria, uno de sus voceros antes que pedirnos disculpa por lo que algunos interpretaban como informalidad, explico que en su lucha por la preservación, ellos también piensan en sus tradiciones y que esto que han estado haciendo no solo es para preservarlas sino también para compartirlas. Al final, antes de comenzar con los trabajos en forma, siguió una danza del venado con danzantes yaquis y mayos en un diálogo intercultural en movimiento entre los dos pueblos originarios ya hermanados.

 

La cartografía del despojo

Eran ya pasadas las cuatro de la tarde cuando dieron comienzo los trabajos del seminario. Ya nada podía ser como se había planeado en la programación y no quedaba de otra más que improvisar. Después de todo el tiempo invertido en la convivencia y en los rituales de las Autoridades Tradicionales, los ánimos de los anfitriones no menguaban, en cambio el de algunos que no pertenecían a ninguno de los otros pueblos originarios, mayos de Sonora y Sinaloa, guarijíos, así como otomís de San Francisco Xochicuautla, se fue diluyendo hasta que abandonaron la comunidad. Tal pareciera que aletargar el evento es un mecanismo de filtración para que únicamente los interesados en el seminario se quedaran.

 

Ramón Martínez Coria, presidente del Foro para el Desarrollo Sustentable A.C. (FDS) y uno de los dos asesores del pueblo guarijío que en el 2013 abandonaron Sonora por amenazas de muertes por parte de los interesados en la construcción de la mina Pilares en territorio guarijío, describe una cartografía nacional en la que predomina la desigualdad: “Somos un país tremendamente polarizado, somos el segundo país más desigual del planeta, este país se dedica a producir pobres, en donde todas las instancias del Estado mexicano están corruptas y además prevalece la impunidad, generando una desconfianza generalizada de la sociedad con sus gobernantes”. Frente a este panorama tan desalentador es que Coria señala de manera crítica que: “los movimientos estamos desconectados, nos cuesta trabajo caminar juntos y no estamos viendo el gran drama en el que nos estamos metiendo todos” para que al final se cuestione, e interrogue a los presentes sobre cómo es que podemos generar los cambios radicales necesarios para los cambios profundos, duraderos y de impacto que necesitamos para cambiar la catastrófica realidad del país.

 

Los yaquis son parte del río

Cuando los yaquis convocaron a la Caravana Nacional por la Defensa del Agua, del Territorio, el Trabajo y la Vida, lo hacían para visibilizar el despojo de su agua, así como la persecución del Estado sonorense en contra de ellos con las aprensiones de Fernando Jiménez y Mario Luna. En el recorrido fueron viendo que todo el país era un paisaje lleno de despojos y que su caso marca un precedente en el atraco de los recurso hídricos que se quiere hacer con la Ley General de Aguas de Korenfeld. Por lo anterior a la Caravana se les unió la Coordinadora Nacional Agua para Tod@s-Agua para la Vida con una Iniciativa para una Ley General de Aguas, que contraria a la propuesta oficial, si reconozca el agua como un bien común de la Nación, proveniente de la naturaleza y manejada sin fines de lucro.

 

Para los caravaneros impedir la aprobación de la Ley General de Aguas de Korenfeld es una prioridad para salvar la vida de todos y evitar que el despojo del recurso hídrico sea legal, debido a que esta iniciativa únicamente busca la privatización del vital liquido en favor de los grandes capitales que solamente buscan despojarnos de los recursos naturales dejando atrás un medioambiente contaminada con la minería a cielo abierto y el fracking. Los yaquis, no sólo por ser una de las víctimas del despojo más emblemáticas con la construcción y el funcionamiento del Acueducto Independencia, han hecho de su lucha por la recuperación de sus recursos hídricos una lucha por la vida, porque como lo anotó en su intervención la Dra. Raquel Padilla: “Los yaquis son parte del rio”. La intervención de la investigadora del INAH-Sonora explicaba las relaciones ancestrales del pueblo yaqui con su territorio y en especial con el río, además de que ponía en contexto su resistencia y una lucha por recuperar el territorio con más de 500 años, en la que los perpetuadores han cambiado de rostro pero todos actúan bajo la misma lógica del despojo, la misma que motivó al gobierno sonorense a construir y poner en funcionamiento el Acueducto Independencia, e inspiró a Korenfeld en su iniciativa de Ley General de Aguas.

 

Nos tocan a uno, nos tocan a todos

Las participaciones de los convocados fueron pasando a lo largo de la tarde y los asistentes permanecían atentos a cada una de estas, unidos como una comunidad escuchaban las propuestas de cada uno de los ponentes y deliberaban juntos sus posibilidades. Así se vio la importancia de retomar los principios rectores del Plan de Ayala  por parte de la M.C. Ana María López Rodríguez, investigadora de la Universidad Autónoma Chapingo, y se pusieron al tanto de los procesos legales que la tribu yaqui tiene para defender su agua, así como de los amparos de Mario Luna y Fernando Jiménez. El abogado de la tribu yaqui en los procesos legales en contra del Acueducto Independencia, el Lic. Alejandro Olea Güereña, explico el estado actual de cada una de las demandas y dio a conocer que en los casos de los amparos, el de Mario Luna es el que más se complica por el juez que le ha tocado, mientras que con Fernando Jiménez lo único que esperan es el fallo a su favor, el cual llegó el lunes siguiente al seminario, el día 24 de agosto del 2015.

 

Entre los participantes también se conto con las presencias de Hugo Ortega Comezaña y Radha Sánchez del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), quienes desde los días de la Caravana en el mes de mayo, extendieron su brazo fraterno a la lucha de los yaquis, así como de todos los pueblos originarios. Con su presencia en este seminario, el SME ratifico su compromiso con los objetivos de la lucha de la Caravana en Defensa del Agua, el Territorio, el Trabajo y la Vida. En el mismo tenor Helena Caeri, de Agua para Tod@s-Agua para la Vida, José Luis Fernández, de Xochicuautla, Samantha Cesar y Juan Carlos Flores, del FPDTAPMT, el Dr. Armando Haro, del Colegio Sonora y la Red Fronteriza de Salud y Medio Ambiente, Juan Antonio Pavlovich por parte del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS) y Antonio Navarrete de los mineros de la Sección 65, ratificaron el apoyo a los yaquis y llamaron a la unidad de las luchas entre los caravaneros, acordando que: “si tocan a uno, nos tocan a todos”.   

 

Al final los anfitriones cerraron el seminario con otra danza del venado, para sellar del mismo modo que nos abrieron las puertas de su Guardia Tradicional, con sus tradiciones, con todo lo que los hace fuertes y resistentes a todos los despojos, con su cultura ancestral y su vida comunitaria. Y así, con un danzante del venado orgulloso, y unos pascolas burlones y maliciosos que imitaban los gestos y las danzas de la modernidad, los yaquis nos decían que el venado, fiel a sí mismo, nunca será vencido.

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NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010

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