Este proyecto fue primero una voluntad común contra el olvido y la impunidad, luego un libro y ahora esta página que guarda memoria de los periodistas y trabajadores de la información asesinados y desaparecidos en México desde el 2 de julio de 2000, cuando inició la alternancia democrática, hasta el día de hoy.

El libro, que editamos en 2012 y que guardaba las 127 hojas de vida de los periodistas y trabajadores de la información asesinados o desaparecidos durante las dos primeras legislaturas de la alternancia democrática, no está a la venta. Nunca lo estuvo. Sólo fue posible adquirirlo en la página que Goteo.org nos abrió para hacer una campaña de crowfunding que nos permitiera hacerlo. Las donaciones y la colaboración editorial y logística de la UdeG, sirvieron finalmente para hacer 1500 ejemplares que regalamos en el VIII Encuentro Internacional de Periodistas: Los otros caminos de la información, que se celebró en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2012, donde lo presentamos.

Aunque en este espacio virtual, aquel proyecto, lamentablemente sigue creciendo.

Siéntanse libres de difundir este trabajo para hablar de los riesgos que corren los periodistas de México y la situación que atraviesa el país. Éste es un proyecto creado con la filosofía Open Source que otorga implícitamente permiso para reproducir, distribuir y compartir el material publicado en esta web con la única condición de citar su procedencia, en atención a los autores y al conjunto del trabajo realizado. 

 

LEA EL PRÓLOGO DE LOS EDITORES AQUÍ

 

Este es un proyecto de Nuestra aparente rendición

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

#VaPorNuestrosPeriodistas

Facebook NAR  Twitter NAR

A+ A A-

GUSTAVO ALONSO ACOSTA TOSCANO

El Hombre que no existía

 

Posada en un viejo despacho del Distrito Federal descansa una nota recortada de un periódico amarillento y desgastado, en el que a duras penas se distingue una fecha y un nombre: El Universal, 04 de diciembre de 2007.

Como queriendo que no la escuchen, murmura la hoja de papel: “Atado de pies y manos fue encontrado [ayer] en el municipio de Agua Prieta el cadáver del ex Agente del Ministerio Público del Fuero Común, Gastón Alonso Acosta Toscano. El abogado, quien además se desempeñaba como asesor jurídico del semanario Noticias de la Frontera del municipio de Agua Prieta, fue ‘levantado’ la tarde del lunes, por fuera de un domicilio de la avenida 4 de esa población”.

Pero Gastón Acosta Toscano nunca existió, de eso están seguros los periodistas sonorenses.

“Era mi amigo y se llamaba Gustavo Alonso Toscano”, afirma con una voz ronca y fuerte Erick Martínez: director del periódico El Centenario de Agua Prieta. Era un hombre especial, pedante a primera vista. Pero era un abogado como pocos en la región, y un buen amigo. Como director jurídico de la Asociación Regional de Periodistas A.C. [ARPAC], Gustavo se encargaba de la mayoría de los casos de agresión a medios y reporteros en la región.

No era realmente un periodista, pero sin él habría sido muy difícil subsistir para los medios de la zona en la época en la que se vivió una persecución terrible a los medios de comunicación. Cuando fueron momentos difíciles para Agua Prieta.

“Al poco tiempo lo nombramos director jurídico del periódico. Gustavo fue el que llevó el caso del asesinato de mi hermano Saúl Noé Martínez”, recuerda Erick, con una pizca de nostalgia que se alcanza a distinguir discretamente, en el duro acento que mastican los norteños.

“Teníamos una muy buena amistad, él nos apoyaba con información jurídica, nos advertía de los casos más duros. Lo que no sé es porque dicen que era articulista nuestro, nunca escribió un texto”, explica por su parte Gregorio Gilberto Cruz Fuentes, director del semanario Noticias de la Frontera

Lo mismo que su muerte, la vida de Gustavo Alonso Acosta Toscano estuvo rodeada de un halo de misterio difícilmente penetrable.

Erick Martínez recuerda que el abogado le pedía prestado su coche para visitar a su ex esposa y a sus hijos en Guaymas. En algunos relatos se hace mención de una muchacha de apellido Rojas con la que habría tenido una historia en Agua Prieta, pero ese dato tampoco está confirmado.

Gustavo Alonso tiene un hermano en la Procuraduría General de Justicia de Yecora, Sonora, el Comandante Acosta Toscano. Pero cada que se intenta localizar al sujeto, se encuentra en algún operativo de la zona, sin tiempo para hablar.

De lo que sí están seguros sus pocos amigos, es que Acosta era un hombre al que era necesario conocer para poder valorarlo realmente. Parecía déspota, dice el director del Centenario, pero sólo era “pedantón”. Una vez que entablabas una relación con Gustavo, te dabas cuenta que era cotorrón, bromista, juguetón, buen amigo, en suma.

“Éste es un caso difícil”, explica un periodista local bajo cubierto de anonimato, “porque es imposible asegurar que haya sido asesinado por sus actividades periodísticas, pero tampoco se puede descartar”.

La última fotografía conocida de Gustavo Alonso habla tanto o más que la mayoría de los relatos que se conocen sobre él. Enfrascado en una guayabera blanca de puntos, Gustavo tiene el cabello peinado hacia atrás, en medio de unas pocas mechas rebeldes, como indecorosas en un peinado tan pulcro, que hacen resaltar una cicatriz en la parte izquierda de su amplia frente.

Los ojos perdidos en el vacío del abogado parecen señalar hacia el letrero que encuadra la fotografía: “Acosta Tozcano (sic) fue privado de su libertad y asesinado por un grupo armado, hasta la fecha su caso esta impune”. Ni si quiera en el obituario de la ARPAC está bien escrito el nombre del que fuera uno de los más grandes abogados en defensa de los periodistas de esa región de Sonora.

 

Información adicional

  • Autor/a: Diego Legrand
  • Bio autor/a: Periodista independiente franco-mexicano.

Designed by 2B BARCELONA-BOGOTA

NAR, Nuestra aparente rendición 2B BARCELONA-BOGOTA Goteo.org UDG Medios Transcend

       

© NUESTRA APARENTE RENDICIÓN 2013