¿A quién pedir justicia?
Luis Carlos Santiago Orozco contaba con 21 años de vida cuando recibió un disparo en la cabeza. Era el 16 de septiembre del 2010. Sobre su cuerpo quedó colgando el gafete que lo acreditaba como reportero gráfico del Diario.
Junto a Luis Carlos viajaba Carlos Manuel Sánchez Colunga, otro fotógrafo del Diario quien resultó herido de dos impactos de bala. Hoy en día Carlos es padre de una niña de 4 meses y, pese a todo, sigue laborando como fotoperiodista en esa empresa.
Ambos reporteros gráficos fueron agredidos en el estacionamiento del centro comercial Rio Grande Mall, ubicado en las avenidas Paseo Triunfo de la República y Adolfo López Mateos, a menos de dos cuadras de distancia de esa casa editora.
El ataque fue perpetrado el 16 de Septiembre a las 2h de la tarde; los jóvenes viajaban en un vehículo Nissan Platina que les prestó otro colaborador del Diario, Alejo de la Rosa, hijo del derechohumanista Gustavo de la Rosa Hickerson.
El auto de los atacantes era compacto y al parecer de color gris; era tripulado por al menos dos hombres jóvenes, de acuerdo con los testimonios recabados en el lugar de los hechos.
Luis Carlos recibió varios impactos de bala, uno de ellos en la región frontal y otro en la mejilla de lado izquierdo, por lo que su muerte fue prácticamente instantánea.
Al fallecer, estrelló la unidad que tripulaba contra otros dos autos estacionados.
Tras el ataque, el otro fotógrafo tomó su cámara digital y brincó por la puerta del auto, ya que quedó prácticamente atrapado contra los carros estacionados.
El fotógrafo fue perseguido unos cuantos metros por uno de los sicarios que le disparó al parecer en otras dos ocasiones sin dar en el blanco, sin embargo, los atacantes decidieron retirarse del lugar y huir.
En la escena del crimen los peritos aseguraron nueve casquillos calibre 9 mm. Como sobreviviente de los hechos Carlos Manuel Sánchez ha rendido su declaración ante el Ministerio Público del Fuero Común y Federal. Hay varias líneas de investigación que relacionan el móvil del crimen con actividades personales de Luis Carlos, informan ambas instancias.
“En noviembre me entrevistaron en la Procuraduría General de la República, pero no me han dicho nada de avances”, dijo Sánchez Colunga, quien aún conserva el elemento balístico que le extrajeron del cuerpo. El Ministerio Público del fuero común abrió la carpeta de investigación 23277/10 que se encuentra prácticamente en abandono.
Tras el asesinato de Luis Carlos, la aparición de varias de las llamadas narco-mantas y el hallazgo de un hombre decapitado dentro de un auto donde dejaron abandonado una edición impresa del Diario de Chihuahua que tenía en la portada la noticia del crimen, la empresa publicó el editorial ‘Qué Quieren de Nosotros’.
"Es imposible ejercer nuestra función en estas condiciones. Indíquenos, por tanto, qué esperan de nosotros como medio".
Con esta editorial, El Diario se dirigió de manera directa al crimen organizado al que reconocen como autoridad de facto. Hasta ahora no ha habido una respuesta y las agresiones contra periodistas en Ciudad Juárez continúan.