A+ A A-

La institucionalización del terror

(agradezco a los colegas de Crítica Pura y al autor, Conrado Romo, su disposición para compartir esta reflexión)


Poiré afirma que no quedará en el olvido los acontecimientos de Monterrey, 53 muertos (a la hora de redacción de este post) serán recordados y justiciados de acuerdo a las tan bien intencionadas palabras del vocero del consejo de seguridad nacional, pero ¿acaso cree que estamos pendejos?¿Acaso realmente cree que se les recordará? Suena durísimo, pero en México, 53 muertos no son más que pura estadística, porque en México, la muerte sea normalizado, espanta e indigna, pero no como algo excepcional, sino como parte de lo cotidiano, como parte de “pues que culero” pero la vida sigue. No basta con que Jesucristo súper estrella se bese con Manlio Fabio Beltrones, no basta con marchas, ni con Trending Topics, necesitamos violentar la normalidad de la muerte, al parecer un acto terrorista como el de MTY no basta para hastiarnos, pero ¿que podría realmente desatar una ruptura con la normalidad?; Adrian Veidt expone como la salvación para toda la humanidad solo podría llegar mediante la confrontación a un enemigo común entre las naciones, en su caso, planea una invasión alienígena; Para él, la muerte de miles de neoyorkinos es justificable para traer la paz a la tierra. A pesar de que el también conocido como Ozymandias es un personaje de ficción, la lógica de su creador, el anarcomístico Alan Moore, parecería algo evidente, la tragedia que implica la muerte de miles de personas desencadenaría una reacción empática que terminaría por unir a las personas en contra de quien comente dichos crímenes. En México tenemos un enemigo en común, pero no nos ha unido, no nos ha indignado, no hemos sido empáticos con quienes han perdido a sus seres queridos, Veidt no podría aplicar su plan en el país ya que probablemente  la invasión terminaría por ser normalizada.

El crimen organizado avienta las granadas, pero todos somos culpables, lo que vive México no es accidental, es una cosecha que viene de años atrás que sea fertilizado mediante la corrupción, el miedo, la indiferencia, la ignorancia, el egoísmo. Recuerdo como hace poco un amigo comentaba en facebook “hay un sujeto golpeando a una mujer a fuera de mi casa ¿Qué hago?” una respuesta fue completamente reveladora “no hagas nada wey, no te metas en asuntos de otras personas” No es un respuesta al azar la que dio el joven, es un ideología cimentada en millones de mexicanos, “sálvese quien pueda” es la máxima de una nación al borde del precipicio. Ahora probablemente se hablara de mayor militarización, se pondrá en énfasis la aprobación de la ley de seguridad nacional, ¡pero no requerimos más leyes! Requerimos individuos maduros, una sociedad adulta que se responsabilice por sus acciones.

 

 

A mí la verdad ya me da igual si renuncia Calderón o si cambia de gabinete o si regresa el PRI a la presidencia, todo eso ya es completamente irrelevante, la ineptitud es institucional, basta de paternalismos estatales y volquémonos en un cambio cultural, una transformación de los sujetos. Si sale cualquier gobernante por su ineptitud, que sea una consecuencia y no un fin, que la meta sea un cambio cognoscitivo y no solo una casa brujas, que renazca de nuevo la colectividad, la autogestión, la idea de comunidad, dejar de ser mexicanos y convertirnos en personas, cambiemos el discurso, volvámonos radicales exigiendo y proponiendo otro sistema civilizatorio, porque es ese modelo el que está en crisis, y el que nos tiene como nos tiene, laissez faire terrorista.

 

Por Internet circulan dos propuestas, la de un paro nacional y la de no asistir el 15 de septiembre a los festejos de eso que algunos conocen como la lucha de independencia, creo que son actividades simbólicas de mucho peso, claro, mientras estas sigan siendo propuestas espontaneas y no sean cooptadas por ningún mesías bananero, es importante que se mantengan descentralizadas ya que es en esa medida en la que una actividad se vuelve realmente agresiva contra el discurso canónico de los liderazgos y el pueblo infante que necesita de su pastor.

 

Por último no quiero caer en la estupidez de aseverar que esto pasa por la decidía de algunas personas, porque son unos poquitos los que hacen cosas y los de más se la pasan de huevones y apáticos no más porque sí, ese esencialismo pretensioso de que la gente escoge sus circunstancias, hay que reconocer la multiplicidad de situaciones de quienes habitamos en este país, por lo que la imposición y el liderazgo son simples reformismos del sistema autoritario en el que vivimos, lo que necesitamos es contagiar la rabia, el enojo, lo que necesitamos es mostrar que a la gente a pesar de todo, aún le importa el otro, es por eso que necesitamos la espontaneidad, es dejar de ver en los muertos estadísticas y comenzar a verlos como seres humanos. Hay quienes son más responsables que otros, hay quienes son dueños de medios de comunicación, gobernadores, ministros religiosos, empresarios y presidentes que sin duda son más responsables, que deberán de pagar por sus negligencias, que aunque no aprieten el gatillo, su irresponsabilidad y su actuar a terminado con la vida de miles de seres humanos, a un medico se le castiga cuando comete errores ya sea por impericia o por dolo, debe pasar lo mismo con quienes hoy ostentan las cúpulas que gobiernan, ya sean agentes privados o públicos, pero sin embargo si queremos una transformación real, falta más que eso, falta un cambio en la forma en la que nos entendemos, nos relacionamos, soñamos y vivimos.

Información adicional

  • Por: : Conrado Romo

TESTIGOS PRESENCIALES

ESTADO DE LA REPÚBLICA

DESAPARECIDOS

PRENSA AMENAZADA

RECIBE NUESTRO BOLETÍN

Nombre:

Email:   

NUESTRA APARENTE RENDICION | 2010